El tiempo y los cambios van de la mano. Hoy no somos los mismos que fuimos ayer y con seguridad, no seremos los mismos mañana. Y si bien esta regla rige tanto para el interior como para el exterior, es nuestro físico el primero en advertir el paso de los años, generalmente a través de unos kilos de más que podríamos jurar no estaban ahí.
Entonces, cuando nos asalta el sentimiento de ‘todo tiempo pasado fue mejor’, deberíamos optar por negarlo y entender que es ahora el mejor momento y lo mejor es que ‘siempre es hoy’.
Para no caer en el deseo y nostalgia que provoca el intentar retroceder en el tiempo, mejor te ofrecemos una guía que permitirá conocer a fondo cada una de las etapas de la vida. Así, obtendrás las herramientas necesarias para atravesar plenamente cada uno de los ciclos de la vida viéndote y sintiéndote radiante.
A medida que pasa el tiempo, el cuerpo cambia. Lo que no engordabas a los 20, puede convertirse en un traidor a los 30 o 40. ¿Por qué? ¿Cómo se logra mantener el peso a lo largo de la vida o perderlo cuando sobra?
Estar en línea no es una cuestión de edad, sino de actitud. aquí algunas claves para mantenerte en forma según pasan los años.
La década de los 30
Esta edad marca el comienzo de la adultez y de las modificaciones en el organismo, que se irán agudizando con el correr de los años. Si nos proponemos tomar las riendas de los cambios ya en esta etapa, nos será mucho más sencillo afrontar los períodos que vendrán a continuación.
¿Qué pasa en el organismo?
Es en esta etapa cuando empezamos a preguntarnos por qué subimos de peso, si comemos lo mismo de siempre. Y ese es justamente el error. Luego de los 30, se da un descenso del metabolismo, por lo cual se queman menos calorías por minuto y hay un aumento del porcentaje graso de la mujer, aún si no se ha cambiado la alimentación. En este caso, la actividad física resulta un buen salvavidas para no ganar kilos.
Asimismo, comienza a generarse la pérdida de masa muscular y la progresiva descalcificación de los huesos.
La vida profesional es cada vez más intensa y eso genera estrés, además de restar tiempo para la actividad física. Ambas cosas favorecen el aumento de peso.
Ventajas
Si has mantenido hábitos saludables en años anteriores, seguramente estos ya están arraigados en tu conducta. Sólo hacen falta pequeños ajustes como aumentar la actividad física o bien, reducir las porciones de los alimentos. De lo contrario, es el momento perfecto para empezar a adoptar estos hábitos pues obtendrás una mayor estabilidad emocional y laboral. Además, los cambios en el organismo apenas están empezando.
Los Mejores Alimentos
Proteínas de buena calidad y bajas en grasas como: pescados magros no menos de 2-3 veces por semana, carnes rojas magras de una a dos veces por semana y aves sin piel 1 vez por semana. Así, además de cuidar el peso, estarás protegiendo tus arterias.
Frutas y verduras: Su ingesa es imprescindible. De esta forma, estarás obteniendo antioxidantes naturales, vitaminas y minerales muy importantes para el cuerpo.
Lácteos: Tomar 2 o 3 vasos de leche diarios, o lo equivalente en derivados. Esto contribuirá al mantenimiento de la masa ósea. Busca siempre descremados.
Agua: como mínimo dos litros al día.
Calorías diarias recomendadas: 1800-2000 calorías.
Para tener en cuenta
Evita el consumo de azúcares, grasas, frituras y productos refinados.
Intenta no comer comida extra. Son calorías de mas que no necesitas.
Organiza tu alimentación dentro de tu rutina y realiza las cuatro comidas diarias.
Has las compras a conciencia, pensando en las comidas que harás en la semana. Piensa que esta es una buena oportunidad para delinear un tipo de alimentación saludable que no nada más funcionará para ti, sino también para tus familiares.