Por: Manuel Díaz
Se llevará a cabo el primer debate de los candidatos por la presidencia de los Estados Unidos, entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, el cual ha despertado muchas expectativas para México, sobre todo porque nos guste o no somos un país sustantivo en la decisión de quien gobernará el país más poderoso del mundo.
Este debate viene presidido de una fuerte polémica en México y por México por la posición asumida por Donald Trump contra nuestro país, situación que se vino a agravar con el mal manejo de la reunión que sostuvo con el Presidente Peña.
Migración y TLC
Donald Trump ha machacado dos temas en contra de México: la migración y el Tratado de Libe Comercio. Sin lugar a dudas ambos temas estarán presentes en el debate.
Teoría de la dependencia de los 60’s y 70’s
También es cierto que no podemos disociar un tema del otro. Ambos están plenamente ligados y de alcanzar Trump su propósito, llegaremos a los tiempos de las cavernas o mejor dicho, estaremos ante lo más perverso de la relación México Estados Unidos, donde la pretensión del magnate neoyorkino no es otra cosa que el de regresar a la aplicación de la teoría de la dependencia que estuvo en boga en los 60 y 70 y que significó una situación de estancamiento socio-económico para Latinoamérica.
Esta teoría, con la que se explicó el tema del “desarrollo” y subdesarrollo”, observaba que el subdesarrollo está directamente ligado a la expansión de los países industrializados. Bajo esta estructura el subdesarrollo fue una condición en sí misma de los países hegemónicos y en pocas palabras, lo que quiere Trump es regresar a esa teoría de la dependencia, donde regulen no sólo el tema comercial, sino la mano de obra, la cual por condiciones naturales tenderá a abaratarse y crecerán los flujos en condiciones de miseria, claro en favor de productores norteamericanos en Estados Unidos.
Subdesarrollo mexicano
El estancamiento de México y de la mayoría de los países latinoamericanos, que entonces vivían dictaduras, era el de mantener el estatus de subdesarrollo al servicio del país hegemónico en medio de la “guerra fría”. Fue en esa época donde México vivió las peores crisis económicas de su historia, sobre todo con Luis Echeverría y su política populista de desarrollo compartido, donde estatizó toda la economía, o José López Portillo, quien mantuvo ese estatus y peor aún, decidió hacer del país mono exportador, apostó todo al petróleo, dejando a México en total dependencia.
Apertura comercial y reconversión industrial
No fue hasta Miguel de la Madrid que se inició un verdadero cambio estructural, político y económico que cambiara la inercia de la dependencia conforme a los movimientos internacionales, la caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría y los procesos de globalización.
Para México impulsó lo que llamó la “reconversión industrial” que no era otra cosa que adaptar la industria nacional a la competencia, modernizarla y capacitar a los trabajadores para que estuvieran en condiciones de operar y trabajar las nuevas tecnologías de producción, generar un mercado interno y tener capacidad de comerciar en el exterior.
En esa misma administración se negoció el ingreso de México al GATT, el antecesor de la OMC, en condiciones de la nación más favorecida. Efectivamente se eliminó de manera gradual el proteccionismo y los aranceles se negociaron por sector de la economía. Fue un gran avance.
El fanatismo del Libre Comercio
Ya con Carlos Salinas de Gortari se negoció el Tratado de Libre Comercio, que en esencia buscaba condiciones de mayor igualdad comercial. Sin embargo, el diseño que habría dado su creador, Jaime Serra Puche, no se cumplió cabalmente como él lo había diseñado, ya que Carlos Salinas de Gortari lo manejó de tal forma de favorecer a los oligopolios y con ellos conservar el poder. Favoreció deliberadamente a ciertos grupos empresariales con la idea o pretexto de que ellos jalarían el resto de la economía. Cosa que nunca sucedió.
Serra Puche y la terquedad de Salinas
En una conferencia que ofreció el ex secretario de Industria y Comercio, Jaime Serra Puche, en 2014, advertía tres elementos por los cuales no se había logrado el desarrollo como se planteó: el primero es que la apertura que México hizo hace 20 años con el TLCAN no estuvo acompañada de una apertura hacia el interior, todos los temas de telecomunicaciones y de energías se conservaron en formas oligopólicas o monopólicas, por lo que no hubo un abaratamiento en los servicios.
La Educación
En segundo término, considera que otro problema que tenemos actualmente y que es clave es que “tenemos el problema de que los jóvenes no traen una educación sólida en muchos frentes, la traen más en el norte, centro del país, en el sur no. Entonces hacer un esfuerzo por emparejar la calidad de la educación”.
Abrimos fanáticamente, no estratégicamente
Y explica tercer factor determinante que a final de cuentas es una herencia de la teoría de la dependencia: dice que el componente de insumos en las exportaciones mexicanas es bajo, ¿por qué es así? El programa original de la maquila a finales de los 60 y principios de los 70 explica eso. Se tomó la decisión de abrirse diciendo: “pueden poner una maquila y para eso yo los dejo importar, les regreso el arancel del producto que importan, pero no pueden vender su producto en el mercado mexicano…”.
El enojo actual de los empresarios
Al final de cuentas, hoy vemos, otra vez, nos guste o no, o pretendamos seguir con las estridencias, en la actual administración con las reformas impulsadas, se combatieron a los oligopolios como en telecomunicaciones, energía y en algunos otros sectores, situación que tiene muy molestos a esos empresarios que hoy como ayer provocan fugas de capital para provocar al gobierno.
Se realiza, con algunos retos, una de las reformas educativas de mayor envergadura que atiende la desigualdad de norte y sur y coloca a la educación como el factor primordial de movilidad social.
En lo económico se procura un mercado interno mayor y capaz de incorporarse al mercado internacional y no depender exclusivamente de exportaciones de maquila, lamentablemente con pocos resultados.
¿Qué podemos esperar del debate?
En el debate entre los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, estará la visión de uno y otro sobre el TLC y los migrantes. La visión de los republicanos y en particular de Trump con los más conservadores empresarios gringos es regresar a la teoría de la dependencia. En lo energético mantener el petróleo contra las energías renovables, mantener los monopolios y cerrarlas fronteras encareciendo de nueva cuenta los productos que se intercambian, evitar los procesos de desarrollo en el país, sobre todo en las regiones que son denominadas zonas económicas especiales.
¿Qué fin persigue Trump con México?
Todo ello dará como resultado que México mantenga su estatus de subdesarrollado, que la población tenga problemas de empleo y busque aún más el sueño americano, pero por tres pesos, y sólo cuando los gringos lo quieran.
En México permitirá mantener esos oligopolios en telecomunicaciones, energía y desarrollo de infraestructura. Otra vez la concentración de la riqueza en menos del uno por ciento de la población. Nuevamente tendremos al hombre más rico del mundo y en contraste a más de la mitad de la población en extrema pobreza.